
Young gods es el nombre de su colección primavera-verano. Inspiradas en las culturas jóvenes del punks y del teddyboys. Una apuesta por prendas luminosas, femeninas y sofisticadas.
Por eso el blanco fue el gran protagonista. En algunas ocasiones se combinó con el negro.

Prendas urbanas (desde remerones hasta calzas y pantalones) destinados a los más jóvenes. El touch de modernidad estuvo con las prendas a rayas que se vieron en contraste de colores shocking.

¿El makeup? El delineado fue el gran protagonista. Ojos rasgados y pieles satinadas predominaron sobre su pasarela.
0 comentarios:
Deja tu comentario